Parir-nos en la lucha. Generaciones que hacen escuela

Después de atravesar el río más caudaloso del mundo, donde el agua es el pan de cada día, manejamos más de 1000 km hasta llegar a Ceará, uno de los estados del nordeste brasileño que hace 6 años sufre la sequía más compleja de los últimos tiempos. Ahí, a orillas del turquesa océano atlántico, donde avanzan los proyectos inmobiliarios para  impulsar emprendimientos turísticos, dónde avanzan los proyectos de energía eólica por sobre los asentamientos,  también producen, estudian y se organizan cientos de familias campesinas. Entre el sol que raja la arena, el viento constante que refresca, los árboles de coco, caju y la exquisita tapioca, llegamos a la Escuela del Campo Francisco Araujo de Barros, fruto de la lucha campesina por una educación desde el campo y para el campo. 

El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra lleva más de 30 años de lucha por la tierra, pero también construyendo otra educación posible.  A nivel continental, el MST es fundador de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo Cloc y a nivel internacional de la Via Campesina. El MST nació en el año 1984 luchando, en primer lugar, por el acceso a la tierra para vivir y producir; pero también por la reforma agraria y una sociedad más justa con miras al socialismo. Desde el inicio de las ocupaciones de tierra (principal estrategia de lucha del movimiento) los sin tierra reconocieron la importancia no sólo de romper con el latifundio de la tierra, sino también con el “latifundio del saber”. Es por ello que la educación y la formación son ejes centrales para el movimiento, no solo luchando y exigiendo al Estado por el acceso a la educación, sino también disputando su sentido y construyéndola día a día.

 “Recuperamos la concepción de educación como formación humana y su práctica la encontramos en el MST desde que fue creado: la transformación de los “desposeídos de la tierra” y de los “pobres de todo” en ciudadanos, dispuestos a luchar por un lugar digno en la historia. También es educación lo que podemos ver en cada una de las acciones que constituyen lo cotidiano de la formación de la identidad de los sin tierra del MST” (Programa Nacional de Educación de Reforma Agraria, Pronera, 1999)

En este sentido, la formación y la educación de los sin tierra va mucho más allá de los espacios formales o escolares (que también son parte) y se considera cada espacio o momento de la lucha y organización como pedagógico. Ahora bien, desde los primeros campamentos, el movimiento comenzó a crear en ellos las escuelas, para dar respuesta a la necesidad de formación de los niñ@s hij@s de los sin tierra, denunciando la precaria educación rural estatal y con una propuesta de educación vinculada a las necesidades y a la lucha del campesinado sin tierra. A lo largo de los años son diversas las experiencias de educación que han ido gestando:  escuelas públicas en los asentamientos gestionadas con la pedagogía del movimiento,  alfabetización para jovenes y adultos, escuelas itinerantes (son escuelas autónomas que funcionan en los campamentos y se mueven junto con ellos si hay un desalojo, o una movilización),  escuelas y cursos de agroecología, y escuelas autónomas de formación política.

Los principios filosóficos de la educación en el MST son:

Educación para la transformación social, educación para el trabajo y la cooperación, para las múltiples dimensiones de la vida humana, educación con y para los valores humanistas y socialistas, como proceso permanente de formación y transformación humana

Los principios pedagógicos: 

Relación entre teoría y práctica, la realidad como base de producción del conocimiento, contenidos formativos socialmente útiles, educación para/por el trabajo, vínculo orgánico entre procesos educativos y procesos políticos, entre educación y cultura; gestión democrática; auto-organización; creación de colectivos pedagógicos y formación permanente de l@s educand@s, entre otros.

Entre todas las experiencias, viajamos a Ceará, al asentamiento Lagoa do Mineiro, para conocer y filmar una de las cinco Escuelas de Enseñanza Media del  Campo que el MST conquistó, fruto de la lucha por un modelo educativo pensado desde y para el campo.

Las Educación del campo es una propuesta de los movimientos sociales campesinos, especialmente el MST, para impulsar  una escuela que “trabaje los intereses, la política, la cultura, y la economía de los diversos grupos de trabajadores y trabajadoras del campo, en sus diversas formas de trabajo y organización, en su dimensión de permanente proceso, produciendo valores , conocimiento y tecnología en la perspectiva del desarrollo social y económico igualitario de esta población. La identificación política y la inserción geográfica en la propia realidad cultural del campo son condiciones fundamentales de su implantación” (Arroyo, Caldart y Molina en Pinheiro Barbosa, 2015). 

La escuela Francisco Araujo de Barros, ha generado diferentes dispositivos y estrategias pedagógicas:

  • Diseño colectivo del Proyecto Político Pedagógico: la comunidad del asentamiento fue partícipe de la reflexión y construcción del proyecto de escuela que querían.
  • Construcción del “Inventario de la Realidad”: diagnóstico colectivo que identifica la realidad sociocultural y productiva del territorio con el fin de organizar la matriz curricular a partir de ella.
  • Recuperación de la memoria histórica de lucha: la comunidad eligió como nombre de la escuela “Francisco Araujo de Barros”, uno de los tres campesinos asesinados durante la lucha por la tierra.
  • Místicas:  La mística es un momento pedagógico fundamental para el MST, que implica la representación desde el arte de sus luchas, su historia, sus valores. La semana comienza en la escuela con tod@s l@ estudiantes, docentes y trabajador@ reunid@s  en patio central y una mística que organizan en forma rotatoria los diferentes cursos y docentes.
  • Organización y gestión de la escuela: la gestión democrática y auto-organización se reflejan en la organización de colectivos de trabajo. Colectivo de educadores/as, colectivo de educandos, de funcionarios, los núcleos de base, el colectivo de educación del asentamiento, entre otros.
  • Materias específicas impulsadas por el MST y la comunidad : Organización del Trabajo y Técnicas Productivas, Práctica Social Comunitaria, Proyecto de Estudio e Investigación.

Compartimos casi veinte días de escuela y organización entre generaciones de luchadoras/es. Filmamos, editamos y pudimos devolver el corto tanto en la escuela como en la comunidad. Mientras tanto, el gobierno de Temer, que llegó al poder gracias al golpe institucional “impeachment”, está votando en el congreso el congelamiento del gasto público en salud y educación por veinte años. También, la bancada evangélica en el congreso viene impulsando el proyecto de ley “Escuela Sin Partido”, que busca la supuesta “neutralidad” en la educación del país, y no es otra cosa que un claro avance por cualquier posicionamiento crítico y político (de izquierda). En la Escuela, profesores y estudiantes se preparan para salir a las calles a dar la batalla.

Nos vamos felices y con admiración por lo construido y nos llevamos la certeza de que en este resurgimiento conservador en toda la región, la derecha va a avanzar sobre lo conquistado por los movimientos sociales. Pero también está claro que la lucha y la resistencia sigue en pie.

1 thought on “Parir-nos en la lucha. Generaciones que hacen escuela

  1. Hermosísimo documental. Interesantísima la concepción educativa. Esta educación sirve. Es útil a las necesidades colectivas de la comunidad. Es una educación que nace y vive en coherencia con el contexto.
    Muy bien fimado. Excelente edición y música. Un LUJO.

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